Retiros de Servidores
Importancia del retiro de Servidores
El motivo de este retiro es para renovar las fuerzas de los servidores. Así como los sacerdotes son motivados para vivir un retiro al año, también nosotros motivamos a que los servidores de CLNPC vivan un retiro cada año.
Los retiros de servidores son esenciales para revitalizar el compromiso y la entrega de quienes dedican su vida al servicio. Brindan un espacio de reflexión, sanación y renovación espiritual que fortalece la labor de los servidores en su misión de servir a la comunidad.
En estos retiros, los participantes tienen la oportunidad de desconectarse del estrés diario, conectarse con su fe y reavivar su pasión por el servicio. Es un momento para recargar energías, fortalecer la conexión con Dios y recibir orientación para seguir adelante con firmeza en su labor.
¿Porqué vivir el retiro?
Vivir el retiro de servidores es fundamental para renovar el espíritu, fortalecer el compromiso y enriquecer la labor de quienes dedican sus vidas al servicio de los demás. Estos retiros ofrecen un espacio de descanso y reflexión donde los servidores pueden revitalizarse física, emocional y espiritualmente. Es una oportunidad única para desconectar del ajetreo diario, reconectar con la pasión por el servicio y profundizar en la relación con Dios y su misión. Además, en el retiro de servidores se fomenta la comunión y el compañerismo, brindando la oportunidad de compartir experiencias, aprender unos de otros y fortalecer la unidad en la labor de servicio. En resumen, vivir el retiro de servidores es esencial para recargar energías, renovar el compromiso y seguir siendo instrumentos de amor y transformación en el mundo.
¿Quienes pueden vivir el retiro?
Este retiro es EXCLUSIVAMENTE para los que ya vivieron el Retiro de Sanación Interior “Jesús Sana”.
No pierdas la oportunidad de vivir esta experiencia transformadora. ¡Reserva tu lugar en nuestro próximo retiro de servidores y renueva tu compromiso con la misión de servir!
Testimonios de Retiro
Luisa Fernanda Puente
Como servidores misioneros es normal agotarnos, al fin del día seguimos siendo humanos. En nuestras vidas cotidianas seguimos viviendo tribulaciones. Este retiro me han dado un lugar donde puedo reflexionar y crecer espiritualmente. Una vez alguien me dijo “Cada quien tiene su espada y cada quien decide cuánto filo le saca”, entiendo que estamos en un combate espiritual y como todo soldado es necesario sacarle filo a esa espada. Varias veces he llegado con una armadura desgastada y cada vez he salido con manos llenas, con una armadura renovada, con un corazón contento y apasionada por servir.
“Dios desprecia la tranquilidad de las almas que destino para la batalla” Santa Juana de Arco